gwenDestino por Diseño tuvo su inicio en la Universidad de las Naciones en Kona, Hawaii en el año 2000. Me habían invitado a unas reuniones en el campus para discutir acerca del por qué muchos de nuestros estudiantes no continuaban con escuelas de segundo nivel al finalizar su Escuela de Discipulado y Entrenamiento (EDE). Al buscar al Senor sentí que El me decía que era porque no sabían cual era su llamado.

Comencé a preguntarme  si esto seria cierto por lo que hice una encuesta y le pedi a los estudiantes que la completaran. Efectivamente, a pesar que los estudiantes estaban muy contentos con su EDE y habían crecido en su conocimiento de Dios, muchos de ellos aun no sabían que era lo que Dios quería que hicieran con sus vidas. Revisando las encuestas también me di cuenta que si cada persona hacía aquello que le apasionaba y lo hacía para la gloria de Dios, cada una de las esferas de la sociedad (Gobierno y Leyes, Comunicaciones, Artes, Entretenimiento y Deportes, Familia, Negocios, Ciencia y Tecnología, Educación, Iglesia/Religion) se vería influenciada por el Reino.

Empecé a ver que Dios había colocado un «destino» en el corazón de cada persona. Un diseño para ser una influencia en nuestro mundo. Al darme cuenta que todos habíamos sido creados con un propósito específico, le pregunté al Señor si Él quería que yo armara un programa que ayudara a las personas a reconocer la vocación que había estado en ellos desde el principio.

Como confirmación adicional, le pedí a Dios que Joy Dawson, una conferencista internacional con un don profético, mencionara algo acerca de que cada uno de nosotros tiene  un «destino». Esa noche, durante el mensaje Joy se detuvo. Dijo que estaba teniendo una visión. Era una imagen de Jesús y Él estaba llorando. Él estaba llorando porque las personas no estaban alcanzando su destino. Esa palabra no sólo me confirmó lo que yo tenía que hacer, sino que también me hizo ver la gravedad y la urgencia de dar este mensaje.

Yo trabajo en el Centro Internacional de las Escuelas de Discipulado y Entrenamiento de Juventud Con Una Misión. Mi carga y oración es ver que este mensaje llegue a las naciones, y ver levantarse a más maestros que tengan una pasión por ayudar a otros a reconocer su llamado y desarrollarlo. El corazón de Dios es que cada persona y cada nación lo conozca y pueda darlo a conocer a otros. Los materiales didácticos y cuaderno de trabajo están siendo traducidos a diferentes idiomas. Mi oración es que Dios use este material para que nos posicionemos y nos comprometamos activamente para hacer nuestra parte y lograr hacer Su gran sueño una realidad.

Gwen Bergquist